La condición de la mujer en la actualidad
Al preguntarse acerca de lo que es una mujer en la actualidad, inmediatamente surge la importancia de analizar el escenario donde se presenta este sujeto, que desde el siglo pasado ha ido conquistando espacios en la enredadera del discurso social. La condición de la mujer ha cambiado e intensificándose con el paso del tiempo; en el inicio del siglo XXI este tema es centro de diversos puntos de investigación no sólo científico o social sino también foco de interés de cualquier sociedad; o mejor dicho como lo puntualizaba ya desde hace tiempo De Barbieri, T. en 1984, “La condición femenina, la división social del trabajo, entre los sexos, el carácter patriarcal de nuestras sociedades y
la civilización están en todas las charlas de cualquier espacio contemporáneo”9.
Pero ¿Por qué este interés por saber acerca del sujeto femenino? Será porque en los últimos años las mujeres han estado presentes en todos los ámbitos de la sociedad. Se recordará que anteriormente en su gran mayoría el espacio ocupado por ellas era el ambiente familiar, son innumerables las historias que se han escrito acerca de sus condiciones de vida y del sometimiento que han sido objeto por parte de la cultura patriarcal, Así pues “En Grecia, donde prevalecía la relegación de la mujer a la vida doméstica. Pero dado su calidad esencial de reproductora, era trasmisora de los derechos y condición de ciudadanía, con todo
lo que ello significaba, aparte de depositaria y responsable de los valores tradicionales de la ciudad en la misma medida que el hombre”10. Si bien es cierto que el área donde la mujer se desarrollaba era limitada, siempre ha estado allí como un sujeto que tiene un saber diferente a lo que hasta ahora se conoce y que requiere un lugar donde encuentre un medio de expresión, pues la mujer es un sujeto que se cuestiona por su propia condición.
No solamente es el lugar en el que se ha ubicado la mujer sino también la manera en que el discurso de cada civilización ha dictado como lo que se puede llamar femenino. Entre el hombre y la mujer existen un sinfín de diferencias que saltan a la vista en cuanto a la anatomía se refiere, sin embargo esta discrepancia han ido colocándola en otro lugar distinto del hombre desde el momento de su nacimiento, y a lo largo de su desarrollo, “Ser hombre o mujer significaba tener un rango social, un lugar en la sociedad, asumir un rol cultural. Entre otras palabras, con anterioridad al siglo XVII, el sexo era todavía una categoría sociológica y no ontológica”11.
La formación de una mujer se lleva a cabo desde la familia quien impone las líneas por las que se ha de conducir este sujeto; conforme pasa el tiempo, los discursos sociales que se inscriben en ella van cimentando las bases para ser considerada una mujer, ya que recordando con Simone de Beauvoir, que “la
mujer no nace, llega a serlo; la feminidad, por tanto, es una construcción cultural y no un dato natural”12
Así la diferencia anatómica no es del todo suficiente para que se construya la feminidad de una mujer, es cierto que tiene un peso específico en los primeros días de la vida para proporcionarle un lugar en la civilización, pero no es condicionante. Además de las diferencias de sexo, su manera de sentir e interés que cada una de ellas elige realizar son divergentes, igualmente la relación que ellas establecen con su cuerpo y esto obedece a los imperativos que el discurso social ha hecho.
“Mientras ellos muestran mayor preocupación por la estatura, la fuerza, la capacidad física, ellas centran su interés en los aspectos eróticos de la corporalidad, sobre todo en lo que concierne a la imagen: hay frecuentes referencias, en su discurso, al cuerpo como algo que se da a ver, tanto a la mirada de los otros como la auto observación en el espejo o en fotos marcado por una evidente tonalidad emocional y en muchos casos, con una notable satisfacción
narcisista en la autocontemplación”13.
Ahora bien el cuerpo para una mujer es una dimensión de lo que se podría llamar feminismo, trascendente para entender mejor este aspecto. En los últimos años el cuerpo ha tomado un papel importante dentro de la sociedad, se cuida, se idolatra y está en un pedestal en el cual todos tienen que rendirle culto, justamente este hecho es un punto en el que el discurso de la cultura está íntimamente relacionado con la mujer en la actualidad en donde, sin lugar a duda, se ha ido construyendo un ideal del cuerpo femenino. Este imperativo es el escenario que envuelve el enigma del sexo femenino. Desarrollar el lugar que ocupa la mujer en esta época, consistirá entonces en conocer cómo se organizan las diferencias sexuales en la cultura, desde la palabra de una mujer; para que formule su discurso acerca de su feminidad.
CUERPOS A LA CARTA
años el cuerpo ha tomado un papel importante dentro de la sociedad, se cuida, se idolatra y está en un pedestal en el cual todos tienen que rendirle culto, justamente este hecho es un ……. NOS VEMOS LA PROXIMA SEMANA.
9 De Barbiere, T. (1994) “Mujeres y Vida cotidiana”, México, Edith. Fondo de Cultura Económica, Pág. 34 10 Lozano, A. (1996) La religiosidad femenina, un medio de reconocimiento social de la mujer en el mundo griego. En: Nash, M.; De La Pascual, M. J. Y Espigado, G. (Ed) “Pautas históricas de sociabilidad femenina rituales y modelos de representación”, España, Edith. Servicio de Publicaciones Universidad de Cádiz, Pág.
11 Laquear, T. (1990) art. cit., Pág. 28
12 Citado en Ramos, M. Y Vera M. (2002) “Discursos, realidades, utopías. La construcción del sujeto femenino en los siglos XIX y XX”, España, Edith, Anthropos, Pág. 56
13 Dolto, F. (2000) “Lo femenino, artículos y conferencias”, Buenos Aires, Argentina, Edith. Paídos. Pág. 57
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